María Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani fue una activista argentina por los Derechos Humanos reconocida en todo el mundo por su labor incansable en la construcción de la Verdad, la Memoria y la Justicia.
María Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani fue una activista argentina por los Derechos Humanos reconocida en todo el mundo por su labor incansable en la construcción de la Verdad, la Memoria y la Justicia. Su ética es un legado. Su historia atravesada por el horror, es la historia de todo un pueblo. Su perseverancia, lucidez y creatividad, también.
Fue una madre y abuela amorosa. También una gran artista plástica, reconocida con más de 200 premios.
Después del asesinato de su hijo, su nuera y la desaparición y apropiación de su nieta Clara Anahí a manos de la dictadura, fundó junto a otras abuelas, la asociación Abuelas de Plaza de Mayo. Viajó por el mundo buscando el modo de identificar a los niñxs apropiadxs e impulsó la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos. En plena dictadura, denunció los casos de apropiación de niñxs en todo el mundo. Luego, en democracia, participó de todas las instancias judiciales donde se comprobó el plan sistemático del Genocidio.
En los años ‘90, la impunidad, de la mano de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, intentaba callar y negar nuevamente estos crímenes. Pero fue el movimiento de los organismos de Derechos Humanos, los que lograron que se llevaran adelante los «Juicios por la Verdad» para continuar con las investigaciones. En ese contexto fundó la Asociación Anahí, que continúa trabajando hoy en la búsqueda de la Justicia, de la Memoria y la Verdad, y de la identidad de niñxs apropiadxs. Organización que también sostiene el Espacio de Memoria “Casa Mariani Teruggi”.
Desde 2005 y hasta la actualidad, Chicha Mariani declaró y aportó pruebas fundamentales en los llamados Juicios de Lesa Humanidad desde la Argentina para el mundo. El invaluable archivo que construyó durante sus años de lucha es declarado parte del archivo mundial por los Derechos Humanos “Memorias del Mundo” de la UNESCO.
El 20 de agosto de 2018 nos deja físicamente; dejando también una marca indeleble, un camino tenaz y amoroso por el que podremos seguir buscando justicia.
María Isabel Chorobik, nace el 19 de noviembre de 1923 en Cañada Seca, San Rafael, Mendoza. Lugar del que siempre habla amorosamente y de donde provienen muchos de los paisajes que pinta y sueña hasta sus últimos días.
La llaman “Chicha” desde pequeña. Es una niña brillante e inquieta, hija de Juan Chorobik (un polaco que aprende el idioma español leyendo la biblia en el barco mientras viaja a Argentina, país donde reside el resto de su vida) y de Luisa García, una mujer mendocina adorable y “cantarina”, según la describe Chicha. Tiene un hermano al que nombran Blas y es su gran compañero de juegos durante toda la infancia.
Para Chicha son importantes esos lugares de su niñez, el modo en que sus padres se relacionan, las anécdotas con su hermano. El interés por la lectura y cómo comparten esa curiosidad en familia. Vivencias que sin duda, son fundamentales en la formación de una personalidad cautivante, serena, de una inteligencia que es la clave de su tenacidad y una ternura que le permite leer en cada ser humano su singularidad, y abrazarla.
En 1932, con sólo 10 años, se muda a San Rafael para seguir estudiando. Llora bajo las alfalfas florecidas pero no tiene dudas de que debe seguir con sus estudios. Será una gran artista plástica. Ese año pinta su primera acuarela con flores.
Cursa sus estudios entre 1943 y 1946 en la Academia de Artes Plásticas de la Universidad de Cuyo pero luego de una huelga estudiantil decide no recibirse allí.Chica pintando.jpg
Se inicia en la docencia como profesora particular de Dibujo y Pintura y profesora ad honorem en la Asociación Infantil “Amigos del Arte”. Entre 1961 y 1965 es profesora en la Escuela Nacional de Educación Técnica Nº 1 en la cátedra de Dibujo, Anatomía Artística e Historia del Arte. Paralelamente a sus tareas docentes, participa de cursos, cursillos, conferencias, exposiciones y concursos de expresión plástica. Presenta sus trabajos en galerías y salones oficiales de la Capital Federal y del Interior recibiendo numerosas distinciones.
En la ciudad de La Plata realiza sus estudios nuevamente y se recibe en la Escuela Superior de Bellas Artes en la UNLP. Gana más de 200 premios en distintos concursos y es reconocida por artistas como Carlos Alonso y Quino entre otros.
En 1962 comienza a dar clases de Historia del Arte, se desempeña como Profesora de Educación Visual e Historia del Arte en el Liceo “Víctor Mercante” de la Universidad Nacional de La Plata, ejerciendo también, ese mismo año, como profesora coordinadora en el Gabinete Psicopedagógico. En 1970 se editan los apuntes y guías de Historia del Arte de su autoría “De la prehistoria al arte gótico”.
Ejerce como profesora jefa del Departamento de Educación Estética del mismo establecimiento desde 1966 hasta su jubilación, en 1977. Años después la reconocerán con mucho afecto
Leer Doctor Honoris Causa a Chicha Mariani
El 17 de marzo de 1948 se casa con “Pepe” Mariani, a quién conoce en una fiesta mientras buscan la misma masita en la bandeja.
Enrique José Mariani nace en Santa Rosa, La Pampa, el 25 de febrero de 1921. Allí comienza, a los 8 años, sus estudios de violín. Cuando cumple 18 es becado y se traslada a Mendoza. Se forma en la Escuela Superior de Música de la Universidad Nacional de Cuyo e ingresa en la Orquesta Sinfónica de esa universidad. Ese es el primer paso de una carrera que lo lleva a la Orquesta Sinfónica del prestigioso Teatro Argentino de La Plata, donde concursa en 1949 y logra ingresar como violista.
El 11 de enero de ese año nace el primer y único hijo de la pareja: Daniel Enrique Mariani.
Leer más sobre Daniel
Al cumplir un año, se mudan a la ciudad de La Plata.
Daniel, de quien Chicha admira su inteligencia, estudia Ciencias Económicas en la Universidad de La Plata y se recibe en 1972. Participa en publicaciones desde muy jóven. Llega a trabajar en el Consejo Federal de Inversiones en Capital Federal y recibe una beca de esa entidad para el curso de Planificación Regional del Desarrollo organizado por I.L.P.E.S.-C.E.P.A.L. Naciones Unidas, en Santiago de Chile; de junio a octubre de 1972. Ese año se casa con Diana Esmeralda Teruggi, una estudiante de Letras inteligente, sensible y alegre. Viajan juntos a Chile durante el gobierno de Allende. Ese es un giro decisivo para la pareja que, a su regreso al país, pasará a formar parte de la organización Montoneros. En 1975 compran una casa en calle 30 N 1134 (hoy sitio de memoria Casa Mariani Teruggi) que luego será el lugar donde funcionará la imprenta de la organización.
Ese año, Diana queda embarazada.
Leer más sobre Diana
Clara Anahí Mariani nace el 12 de agosto de 1976 en plena dictadura. Quienes llevan adelante el Terrorismo de Estado atacan su casa, la secuestran a sus tres meses de edad y asesinan a su mamá junto a cuatro compañeros de militancia. Su papá, Daniel, no está en el momento del ataque porque trabaja desde temprano, pero será asesinado 8 meses después, el 1° de agosto de 1977.
Recién en 2012 su partida de defunción es rectificada por orden de la justicia.
Ver el video del ataque
Para Chicha la vida se quiebra. Sobrevive a este horror buscando a Clara Anahí, esa amada nieta, esa bebé tan hermosa que disfrutaría en su jubilación. En ese camino de búsqueda imparable y desesperada, se encuentra con “Licha” Alicia Zubasnabar de De la Cuadra y otras abuelas con las que el 21 de noviembre de 1977 conforman la agrupación “Abuelas Argentinas con nietitos desaparecidos” que luego se denominaría asociación “Abuelas de Plaza de Mayo”.
“Muchas de nosotras nos conocimos en Plaza de Mayo, donde concurríamos como tantas otras madres, reclamando silenciosamente noticias de nuestros hijos y nietitos desaparecidos; otras nos encontramos en los Juzgados de Menores o Casas-cunas, etc. Cuando comprendimos que la búsqueda debía hacerse en lugares específicos, decidimos unirnos para peticionar juntas también por ellos. Nació así, en 1977, el grupo de ‘Abuelas argentinas con nietitos desaparecidos’, nombre que luego, por invitación de las Madres de Plaza de Mayo [y de Adolfo Pérez Esquivel de SERPAJ], Decidimos cambiar por ‘Abuelas de Plaza de Mayo’”.
(Extracto de la Memoria del período 1977-1982 de la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo).
El grupo inicial estaba constituido por doce abuelas: Eva Márquez de Castillo Barrios, Clara Jurado, Alicia de de la Cuadra, Vilma Sesarego de Gutiérrez, Haydée de Lemos, Mirta Acuña de Baravalle, Beatriz Aicardi de Neuhaus, Delia de Califano, María Eugenia Cassinelli, María Isabel Chorobik de Mariani, Leontina de Pérez, Elida Caimi (cuando fallece es reemplazada por su consuegra, la Sra. Raquel Marizcurrena).
En enero de 1978 se hace la primera presentación escrita al Papa adjuntando una lista de trece casos. Luego se incorpora Elsa Pavón, abuela de Paula Logares, primera nieta restituida por la Justicia gracias al trabajo de las Abuelas y es su compañera de lucha por más de 40 años.
Chicha es presidenta de esa institución hasta 1989. En ese lapso recorre el mundo buscando datos de todxs lxs nietxs de los que se van enterando que nacieron en cautiverio o están secuestrados. Es una gran investigadora y aporta documentación en muchísimas causas y archivos, no busca solo a su nieta sino a todxs lxs que faltan.
Mientras recorre el mundo, Chicha compra muñecas para Clara Anahí pensando que la encontrará siendo niña. La identidad de su nieta se encuentra en estos relatos, en estos objetos, que hoy forman parte de la muestra itinerante “La Búsqueda de Clara Anahí” y esperan llegar a ella, como tantas historias que su abuela tejió buscándola.
En este mapa podemos ver de dónde provienen algunas de esas muñecas, países a los que Chicha tuvo que visitar para distintos encuentros. En ellos, realizaba presentaciones sobre lxs desaparecidxs en Argentina, sobre los niños y niñas robadas:
1983: Día Nacional de las Iglesias Evangélicas Alemanas. Con uso de la palabra en una misa multitudinaria.
1977: Muñeca similar a la que tenía Clara Anahí sobre su cama.
2005: Regalo de Ofelia Fernández, madre de Cristina Fernandez de Kirchner.
1985: Simposio convocado por CLAMOR, sobre el papel de las entidades de Derechos Humanos en la actual coyuntura política, social y económica de los países del Cono Sur.
1978
1983: Convención Anual de la Liga Católica de Mujeres del Canadá en Saskachewan.
1981
1980: Naciones Unidas
1984: Encuentro Regional de Organizaciones No Gubernamentales de América Latina y el Caribe sobre los temas “Desarrollo, Igualdad y Paz”; preparatorio del decenio de la Mujer a realizarse en Nairobi en 1985. Encuentro efectuado en La Habana, invitadas por la Federación de Mujeres Cubanas
1988: Madrid.
1981 y 1983: Dos Asambleas Generales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington
1983: Comisión Internacional Independiente Sobre Asuntos Humanitarios, con exposición oral en Nueva York.
1984: Simposio organizado por la Asociación Avance de las Ciencias “El rol de las ciencias forenses en la documentación de los Abusos de los Derechos Humanos”, donde se trató el tema específico del uso de la genética para la identificación de niños a través de los abuelos, a pedido de las Abuelas de Plaza de Mayo.
1989: Congreso Defense for Children Internacional. Presidió la sesión de apertura con el Presidente General de UNICEF. Junio de 1989, Haikko.
1989: Federación Internacional de los Derechos del Hombre y la Fundación “France – Libertes”. Reunión a los Estados Generales de los Derechos del Hombre, con motivo del bicentenario de la Revolución Francesa. María Isabel Chorobik de Mariani y otras 17 mujeres del mundo fueron homenajeadas por su labor desarrollada en derechos humanos
1982: Representando a Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz) en lareunión del Comité Ejecutivo de Defense for Children. Congreso Internacional sobre Niños Maltratados (ISPLAN), con uso de la palabra y stand. Posteriormente desde 1984 hasta 1989.
1987: Foro sobre la violación de los Derechos Humanos del Niño, Amnesty International.
1988: Nairobi. Obsequio por Mirta Baravalle.
1987: Tercer Congreso Latinoamericano sobre el Maltrato al Menor.
1981: Sesiones del Grupo de Trabajos sobre Desapariciones Forzadas e Involuntarias, Naciones Unidas, en Ginebra.
1980.
Folleto Abuelas de Plaza de Mayo
Con Jamie Wright (Clamor). Brasil, 1983
Chicha con Clide Snow, antropologo estadounidense. formó al EAAF. con su esposa Yerry, en la Univ. de Oklahoma, EEUU. sept 1987.
Asamblea de OEA. Washington, 1982
Chicha en Francia
Concierto en homenaje a los niños desaparecidos. 1986
El Derecho a la Identidad como parte de la Convención de los Derechos del niñx es resultado de este camino emprendido por las Abuelas. Aquí Norberto Liwski, gran colaborador de Chicha y las Abuelas, explica sus dimensiones
Leer Convención de los Derechos del niñx
Chicha junto a algunxs de los primerxs nietxs recuperadxs: Paula Logares, Ximena Vicario, Felipe Gatica y su hermano, Ma. José Lavalle Lemos.
La necesidad de probar con certeza la identidad de los niñxs desaparecidos lleva a las Abuelas a recorrer hospitales, universidades y congresos científicos en busca del método preciso para lograrlo. Finalmente descubiertos por la Sociedad para el Avance de las Ciencias (AAS) de Nueva York a fines de 1983, los análisis hemogenéticos se utilizan por primera vez para establecer relaciones de abuelidad en la Argentina como elemento probatorio en un proceso judicial que finaliza con la restitución de una pequeña. El hallazgo cambiará para siempre la historia de búsquedas y restituciones.
Sobre la base de un proyecto elaborado por Abuelas de Plaza de Mayo, la Subsecretaría de DD.HH., el Hospital Durand y el Ministerio de Acción Social de la provincia de Buenos Aires, el Poder Ejecutivo presenta un proyecto de Ley que se aprueba con el Nº 23.511, el 11 de mayo de 1987. Por ella se crea el Banco Nacional de Datos Genéticos donde quedará registrado el mapa genético de lxs abuelxs para que lxs nietos que no se alcancen a encontrar en vida de sus abuelxs puedan ellos mismos incluirse en su verdadera familia, aunque haya pasado mucho tiempo. Los análisis genéticos se realizan, por instancia judicial, en el Hospital Durand, dependiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Luego, en 2009 se sanciona la Ley Nº 26.548 reglamentada por medio del Decreto 38/2013 que consagra que el Banco Nacional de Datos Genéticos funcione como organismo autónomo y autárquico dentro de la órbita del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Situado en Av. Córdoba 831, Ciudad de Buenos Aires.
En el año 1996, Chicha crea, junto a Elsa Pavón y otrxs compañerxs de larga trayectoria militante también, la Asociación Anahí. Sus actuaciones en la Justicia continúan, cuando aún no se puede juzgar a los responsables pero los movimientos de Derechos Humanos en su conjunto y a través de sus reclamos, consiguen que se abran nuevas investigaciones en los llamados “Juicios por la Verdad”. De ellos la Asociación tiene en su archivo, el único registro fílmico existente. En 2005 comienzan los Juicios de Lesa Humanidad. Y en 2006 el Juicio contra Etchecolatz donde se juzga entre otros hechos, el asesinato de Diana. Durante este juicio desaparece por segunda vez Jorge Julio Lopez.
Luego comienza el juicio “Plan sistemático de robo de niños durante la dictadura” donde declara en 2011. Allí se confirma en la sentencia que Clara Anahí fue secuestrada con vida del ataque a la Casa el 24 de noviembre de 1976.
En 2012 se lleva a cabo el Juicio “Circuito Camps” donde son imputados algunos de los más de 300 efectivos que participaron en el ataque.
Respecto del asesinato de su hijo Daniel, se sabe que los responsables son personal de la Comisaría 4ta de La Plata y pese a estar corroborado ya por la Justicia en “Circuito Camps” aún no se lleva a cabo el juicio correspondiente.
"Lesa humanidad: difundieron los fundamentos del fallo que condenó a 23 acusados por el “Circuito Camps”
Estas menciones a los juicios hacen referencia al caso de su familia pero Chicha siempre pelea por la justicia de cada desaparecidx, por la identidad de cada niñx secuestradx y abre caminos institucionales para ello, donde constan sus investigaciones.
La Asociación sigue siendo querellante en las causas por delitos de lesa humanidad y sigue investigando y recibiendo casos en los que existe sospecha sobre la identidad biológica, además de sostener el Sitio de memoria Casa Mariani Teruggi como testimonio y lugar de recepción de los relatos acerca de nuestra historia reciente.
Ver más sobre la Asociación Anahí y los Juicios
“La obra plástica de Chicha en su conjunto se presenta como un repertorio de imágenes que denotan distintos momentos de su vida. Eligió para sus pinturas una paleta de colores tan vibrantes como esos paisajes de los se nutrió y a los que vuelve también con un trazo libre en sus dibujos, como el caudal del río que en muchos de ellos se vislumbra.
Cada material y el procedimiento abordado era el preciso para registrar todo aquello que atesoraba y descubría en alguno de sus viajes. En la cerámica, se valió de objetos industriales a los que intervino con pigmentos, una manera espontánea de plasmar imágenes. Cada uno de sus platos es una invitación a recorrer el sabor de alguna tierra con construcciones semejantes a castillos. Y a las tazas les dio contenido poético, resignificando la iconografía de Pueblos Originarios Argentinos. Ellas forman una colección completa de objetos estéticos de memoria.
A lo largo de un año tuve el privilegio de elaborar junto a Chicha un registro sensible de cada una de sus producciones. Un encuentro semanal en el que cada pieza de arte significaba entrar a todo ese universo simbólico de aquella artista, mujer, madre, abuela, luchadora.
Al final del día, Chicha se sentaba con su madre en la cocina y pintaba sus objetos cerámicos, sin parar. Lo hacía rápido y podía producir muchas piezas ‘así, después, descanso mejor’, decía.
Había días en que pedía: ‘Esto no lo anotes, esto te lo cuento a vos’, entonces tomábamos té, conversábamos, yo le arreglaba los aritos de perlas que solían despegarse, y compartíamos detalles como esos. Así conocí a Chicha y me acompaña desde entonces.”
Florencia Thompson, artista plástica.
Fotografías de dibujos, cerámicas y pinturas: Marcelo Sambraello y Carla Espósito.
Fotoperiodista. Docente de fotoperiodismo en la UNLP. Comunicadora visual vinculada a los derechos humanos y también colabora desde hace un tiempo con la Asociación Anahí – Sitio de Memoria Casa Mariani Teruggi.
Trabajó para el diario Diagonales, de La Plata y colaboró en el Diario El Día, Tiempo Argentino, Revista Hombres, Infojus Noticias, Anfibia y Revista veintitrés entre otros.
Quedó seleccionado tres años consecutivos, para exponer en la Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino de A.R.G.R.A.
Desde hace 35 años realiza trabajos fotográficos de largo aliento. En 2010 publicó su libro “Desapariciones”, Colección Fotógrafos Argentinos, Dillan Editores. Y cinco años después el libro “Las Máscaras”, Plata Negra Ediciones.
Su obra ha sido expuesta en Argentina desde 1983 hasta la actualidad y, en el extranjero, en diversos países como: Brasil, Cuba, Bolivia, USA, Uruguay, Perú, Francia, Holanda, Suecia, España, China, Suiza, Italia, Bélgica, entre otros.
Fotógrafo y documentalista. Además de su valioso trabajo realizado a principios de los ’80 sobre la Casa Mariani Teruggi luego del ataque, también ha colaborado durante años con Chicha y la Asociación Anahí.
La historia de la crueldad argentina es algo que no podemos entender ni podemos describir y por eso el valor de este libro. A mí me llamó muchísimo la atención, cuando comencé a leerlo, el estilo claro y periodístico, pero con toda la documentación y la base científica-histórica. Es impresionante que un hombre tan joven haya escrito un libro tan profundo: están todos los aspectos de ese período tan terrible de la historia argentina que va a quedar para siempre como estigma de nuestra sociedad. (…)
Seguir Leyendo
En enero de 2018 comencé a escribir los aspectos que me parecieron más interesantes de las charlas que he mantenido con Chicha Mariani desde mucho tiempo atrás. Diálogos matizados con entrevistas periodísticas publicadas en varios medios de comunicación nacionales y del exterior y algunas de ellas incluidas en mis libros ‘La abuela de hierro’ y ‘La apropiadora’. (…)
Seguir Leyendo
Por el bulevar que Daniel tantas veces transitó durante su juventud, festoneado de fresnos y tilos, avanza hacia su casa la caravana de la muerte. Disponen retenes en un radio de 200 metros, para que no salga ni entre nadie. Daniel ha pasado por ahí unos minutos antes. Frente al número 1134/1136 de la calle 30, estaciona un camión blindado y apunta la culata hacia la puerta del garaje y el jardín delantero. De la caja del camión saltan decenas de hombres que se despliegan, sigilosamente, por los techos de las casas vecinas. (…)
Seguir Leyendo
Elsa Pavón acompañó a Chicha Mariani durante 44 años, desde que se conocieron en 1978 en un juzgado buscando a sus nietas. Fueron compañeras y amigas. Aquí Elsa la recuerda cuatro años después de su despedida.
«… Así, mirando tan sólo hechos aislados, ¿quién podría olvidar la desaparición de la pequeña Clara Ana Mariani, entre las de tantos otros niños y adolescentes que vivían fuera de la historia y de la política, sin la menor responsabilidad frente a los que ahora pretenden razones de orden y de soberanía nacional para justificar sus crímenes? (…) el ejemplo admirable de las Madres de la Plaza de Mayo está ahí como algo que se llama dignidad, se llama libertad y, sobre todo, se llama futuro.»
Seguir Leyendo
«Hincada sobre sus ruinas, una mujer busca alguna cosa que no haya sido destruida. Las fuerzas del orden han arrasado la casa de María Isabel de Mariani y ella hurga los restos en vano. Lo que no han robado, lo han pulverizado. Solamente un disco, el Requiem de Verdi, está intacto.
María Isabel quisiera encontrar en el revoltijo algún recuerdo de sus hijos y de su nieta, alguna foto o juguete, libro o cenicero o lo que sea. Sus hijos, sospechosos de tener una imprenta clandestina, han sido asesinados a cañonazos. Su nieta de tres meses, botín de guerra, ha sido regalada o vendida por los oficiales.»
Seguir Leyendo