
Después del asesinato de su hijo, su nuera y la desaparición y apropiación de su nieta Clara Anahí a manos de la dictadura, fundó junto a otras abuelas, la asociación Abuelas de Plaza de Mayo. Viajó por el mundo buscando el modo de identificar a los niñxs apropiadxs e impulsó la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos. En plena dictadura, denunció los casos de apropiación de niñxs en todo el mundo. Luego, en democracia, participó de todas las instancias judiciales donde se comprobó el plan sistemático del Genocidio.
En los años ‘90, la impunidad, de la mano de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, intentaba callar y negar nuevamente estos crímenes. Pero fue el movimiento de los organismos de Derechos Humanos, los que lograron que se llevaran adelante los «Juicios por la Verdad» para continuar con las investigaciones. En ese contexto fundó la Asociación Anahí, que continúa trabajando hoy en la búsqueda de la Justicia, de la Memoria y la Verdad, y de la identidad de niñxs apropiadxs. Organización que también sostiene el Espacio de Memoria “Casa Mariani Teruggi”.
Desde 2005 y hasta la actualidad, Chicha Mariani declaró y aportó pruebas fundamentales en los llamados Juicios de Lesa Humanidad desde la Argentina para el mundo. El invaluable archivo que construyó durante sus años de lucha es declarado parte del archivo mundial por los Derechos Humanos “Memorias del Mundo” de la UNESCO.
El 20 de agosto de 2018 nos deja físicamente; dejando también una marca indeleble, un camino tenaz y amoroso por el que podremos seguir buscando justicia.